Se propone la cesión, por parte de cada uno de los vecinos, de una porción de su cubierta para la creación de un continuo peatonal al que se accede desde la vía pública. Esta decisión genera por un lado posibilidades de explotación para la cubierta que se multiplican [como se desarrollará posteriormente] y, por otro, la creación de un continuo peatonal rico, alejado del coche y que sirve para el acercamiento entre los vecinos en un lugar ajeno al paseo. Esta solución, además, optimiza las condiciones físicas de acceso a cota eliminando el problema de la escalera individual [con la complicación técnica añadida a la perforación de la cubierta]
La condición del acceso exterior y, en consecuencia, la segregación de la azotea del espacio doméstico directo tiene una serie de consecuencias beneficiosas:
-El recorrido está condicionado entre actividades disfrutadas y/o propuestas del resto de vecinos.
-La desvinculación parcial de la propiedad horizontal hace posibles situaciones en las que un vecino arrienda su espacio de cubierta a otra persona.
-La posibilidad de unión física longitudinal de dos o más azoteas hace posibles usos inimaginables en azoteas tan pequeñas [captación solar comunitaria, espacios para mayores reuniones, pequeños cines,...]
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